¿ALGUNA VEZ SE HA PREGUNTADO SI EMPRENDER ALGO, ES UN LLAMADO PARA TODAS LAS PERSONAS?
Si así fuera, ¿por qué usted teniendo los contactos que tiene, sabiendo lo que sabe, habiendo dado buenos resultados para una empresa de alguien más, no ha podido emprender su propio proyecto?
¿será que es una cuestión de ser prudente, a la espera de los tiempos y oportunidades correctas?
Era la mañana de un jueves, en uno de esos vuelos que son muy demandantes, salir a San Pedro Sula a las 5.45 AM y regresar esa misma noche en el vuelo que arriba a Guatemala a las 10.25 PM. Me acomodé en el asiento del avión y observo a mi vecino, leyendo un libro cuyo título me llama la atención, así es que me intereso en preguntarle, ¿qué hacen las empresas exitosas? (ese era el título del libro); a partir de allí iniciamos la conversación de una hora de viaje y 30 minutos de espera. Mi interlocutor un ejecutivo joven de la industria alimenticia, dirige una compañía guatemalteca con presencia en Centroamérica, Colombia y México.
La conversación nos llevó a varias conclusiones: ¿Emprender un negocio propio, lo cual implica dejar tu trabajo actual o tener la posibilidad de emprender un proyecto nuevo en la misma empresa que trabajas?, las empresas que han alcanzado un éxito notable, saben como retener sus empleados clave, y saben que el éxito de una organización va directamente ligado al desempeño, creatividad, objetividad y planos a largo plazo de sus empleados. Entonces ¿qué tal si hacemos un programa en la empresa para que esos ejecutivos y empleados clave puedan aportar sus proyectos como emprendimientos internos?; sería decirles: “en lugar de probar afuera de la empresa como te va, ¡emprendamos juntos un proyecto, del cual vas obtener un porcentaje de las ganancias o de las acciones!”… pero, ¡un momento!, eso suena demasiado idealista; aquí hay dos problemas: 1. ¿estarían dispuestos los dueños de la compañía a permitir que un empleado participe de las ganancias o de las acciones de la empresa? y 2. ¿el empleado tendría la confianza de verse como parte de un proyecto donde no es el dueño mayoritario?; la respuesta para ambas preguntas, es la misma: es un asunto de –compartir valores-, si usted como ejecutivo, comparte los mismos valores con la empresa, le convendría sentarse a explorar la posibilidad con sus jefes; converse de ese proyecto, a cambio de un beneficio a largo plazo (bonos, porcentaje de resultados, acciones); si usted como empresario, ve que su ejecutivo comparte sus mismos valores y pasión, ¡no lo deje ir!; siéntese a conversar con él, antes de que emprenda por su cuenta.
Todas las personas tenemos metas, y seguramente la independencia económica es una de ellas. Le invito a meditar en lo siguiente:
1. Ponga atención a como presentar su proyecto; debe dedicar tiempo a preparar una presentación bien fundamentada.
2. Si sus valores, no son los mismos que los de sus jefes, descarte el emprendimiento interno, y enfóquese por emprender individualmente, o acompañándose de alguien que si los comparta.
3. Si usted es empresario, dedique tiempo a pensar en como involucrar a sus empleados clave (ojo no todos son clave, aunque ellos crean serlo) en el largo plazo de su organización.
4. Sea cual sea su posición, no actúe por impulso, sea sabio, pregúntele a Dios. Eclesiastés 1.1-10
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